El Gobierno estudia inyecciones directas a las pymes y los autónomos durante cinco meses destinadas a sostener negocios viables y en tal sentido negocia con Bruselas y con la banca las fórmulas para drenar ese dinero a los negocios más castigados por la pandemia -bares, restaurantes y pequeños comercios, entre otros ámbitos-.
El periodo de cinco meses se ha determinado por el Gobierno pensando en el calendario de vacunación y la menor incidencia del virus al término de ese plazo.
El plan de Moncloa es salvar compañías viables, acreditando, con datos bancarios, que registraron resultados positivos en 2019 para evitar que los fondos vayan a empresas zombis en detrimento de compañías saneadas.
Las ayudas que Moncloa baraja oscilan entre el 70% y el 75% de la facturación registrada por el negocio en 2019 prorrateado por los cinco meses contemplados.
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