Comenzamos nuestra desescalada comercial con la vista puesta en las celebraciones canceladas por el confinamiento impuesto, bodas, bautizos, comuniones, confirmaciones, ……, con la posibilidad de recuperar meses de pérdidas y con noticias positivas de permisos concedidos por parte de la autoridad competente.
Sabor agridulce, todo cambio a restricciones y negativas a la celebración de dichos actos, ante las cuales iniciamos conversaciones con grupos y asociaciones de afectados por la no celebración de las Comuniones en nuestra ciudad, por la necesidad de darle un sentido a tal decisión del Obispado y encontrar un punto intermedio de entendimiento ante la negativa.
Nuestros esfuerzos para concertar una reunión con el Obispado y poner nuestro grano de arena a las negociaciones como asociación independiente no han obtenido los frutos deseados; lo sentimos, han sido semanas de llamadas, mails, cartas dirigidas a nuestro Obispo, en definitiva, de intentos de sacar provecho a fechas tan importantes para nuestra red de comercios como son las Primeras Comuniones y Confirmaciones de cientos de niños de nuestra Ciudad.
Ahora nos toca estar preparados: septiembre, octubre y noviembre están a la vuelta de la esquina, seguimos trabajando para estar informados y hacer presión para que la normalidad vuelva a nuestros negocios.